Reseña: Mujeres de ojos grandes


Desde que me adentré en el mundo de la literatura, hay un nombre que mi madre no deja de sugerirme y es el de Ángeles Mastretta. Después de haber leído Mal de Amores, entiendo a la perfección la euforia de la recomendación. Me quedé con muchas ganas de descubrir un poco más de esta autora, al sentirme seducida por su narración detallista, y su manera de construir personajes femeninos. Sin pensarlo mucho (e influenciada por la ganga que fue comprarme este libro a 15 soles), agregué a la biblioteca de mi cuarto un nuevo título: Mujeres de ojos grandes.
Comencé la lectura con grandes expectativas y no me decepcionó en nada. Pero antes de continuar con la reseña, voy a presentarles a Ángeles Mastretta, hoy en día una de mis autoras favoritas.

Ángeles Mastretta, (9 de octubre  de 1949, Puebla, México) es una escritora y periodista mexicana, conocida por crear personajes femeninos sugerentes y ficciones que reflejan las realidades sociales y políticas de México.

Mujeres de ojos grandes:


A las mujeres que protagonizan estos relatos el mundo les había reservado una felicidad circunscrita a las paredes de su casa. Pero más allá de la dedicación a su marido, la cocina y los niños, siguen latiendo sus singulares personalidades. Llegado el momento, reconocerán la señal reservada para que cada una de ellas dé un giro a su vida. Una se enamora del mar y se marcha en su busca, otra pare en el hospital y abandona al marido enamorado de la doctora… 


Lo primero que quiero resaltar del libro es la estructura en la cuál es presentado. Se trata de un conjunto de 37 relatos, ninguno de más de 10 páginas, la mayoría de entre 3 a 4 páginas, que cuenta cada uno la historia de una mujer diferente. Cada relato presenta una personalidad distinta, un nombre distinto, una familia distinta, una mujer distinta. La perspectiva con la cual la autora decidió abordar el libro fue la de un narrador omnisciente que narra en tercera persona las historias de sus "tías", por lo cual su papel como "sobrina", le da a los cuentos la intimidad de un chisme, y la familiaridad de las historias de tu propia familia, lo cual es un elemento para enganchar al lector muy eficaz.
Todos los relatos se visten de descripciones minuciosas sobre contextos temporales, espaciales y familiares, y sobre todo descripciones de personalidades, lo cual permite una ruptura, metamorfosis de carácter clara e impecable para cada una de las mujeres protagonistas, y un contraste muy bien logrado entre el personaje femenino principal y el personaje masculino que acompaña cada relato. 
Es una lectura ligera, concisa y precisa en su totalidad por la independencia de cada cuento, y por la falta de argumentación compleja reemplazada por descripciones desarrolladas, y el toque familiar. 

Hablemos de la homogeneidad que se rescata entre el conjunto de relatos a pesar de la falta de interdependencia. Todos toman lugar en Puebla, México, en la primera mitad del siglo XX, en un contexto rural, y la situación socio-económica de la clase media. De igual manera, todas las "mujeres de ojos grandes" se encuentran en un principio estancadas en las norma femeninas de la época, es decir que muchas son madres y esposas ejemplares, o señoritas que manejan el arte del tejido, cuyas preocupaciones se basan en sus hijos y el "menú del día", y tienen una devoción a Dios y a sus esposos socialmente irreprochable. Cada mujer que vas descubriendo está en una situación así, y es al momento de romper con esta norma, con estas reglas y estas limitaciones que sus historias se vuelven únicas, porque cada una de ellas encuentra esta liberación de manera distinta, y en tiempos distintos. 

Haciendo énfasis en las personalidades de las mujeres y sus momentos de ruptura, como dije antes, son las descripciones ambiciosas y acertadas de la autora las cuales permiten el contraste con la mujer del principio del relato, y la mujer del final. A esto se le agregan los diálogos que muchas veces revelan la nueva personalidad, que son directos y  no necesitan mayor explicación, solo meditación de parte del lector. La construcción de los personajes masculinos es otro elemento que enfatiza el cambio emancipador en las mujeres. Son esposos inútiles, machistas, rutinarios, proveedores, aburridos, como dicta la época elegida, y a veces llegan a ser infantiles, como es el caso del esposo de la "tía Esparza". Su existencia vana se demuestra también por la introducción que les da la autora: "el esposo de", una indiferencia a su identidad propia que resalta sus personalidades, y su rol como obstáculos para las esposas.

Lo que me permite darle a este libro una muy buena reseña, es definitivamente la renuncia a la norma de cada mujer. Mujeres que se niegan a casarse, mujeres que utilizan su poder de seducción para resolver algún problema, mujeres que se permiten soñar con descubrir el mundo entero, mujeres que se resguardan en la amistad con un hombre y no el amor, y muchas más. La gama de personalidades ofrecida por la autora te permite identificarte hasta cierto punto con alguna de ellas, y te incita a tener ganas de vivir con la adrenalina de salir de las expectativas sociales. Es un libro muy enriquecedor para el empoderamiento femenino. 

Si me peguntan cuáles fueron mis tías favoritas, sin pensarlo mucho les puedo nombrar 3 que me marcaron particularmente.
La tía Elvira Almada, con su mala rutina de insomnio, su desinterés por el matrimonio y su talento para los negocios. 
La tía Ofelia y su sonrisa infinita.
La tía Laura Guzmán que aprendió a decir lo que quería en el ruido de la calle a las 11 de la mañana.

Es una lectura que recomiendo al 100%. Es un libro que no acepta excusas; lo puedes leer en el avión como yo, en el carro, en cualquier momento, relato por relato. Una vez más Ángeles Mastretta me atrapó con su escritura.

Puntaje: 4.5/5 ☀

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Muchísimas gracias y ya saben, lean hoy, mañana y siempre. ♡




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